sábado, 11 de febrero de 2012

AUTOMEDICACIÓN (RECETA URGENTE DE MADRUGADA)

A Alejandra, por noches como esta, tan llenas de palabras, risas…

“Prometo que no me verás, que no voy a molestar…”

Me receto soledad en grandes dosis. De casa al trabajo. Encerrarme con llave en la oficina. Del trabajo a casa. Enclaustrarme en mi despacho. Sin luz. Persianas a media asta. Hasta fundirme con la oscuridad y el silencio.

Me prescribo enormes dosis de incomunicación. Desconectar teléfonos. El ordenador apagado. Blindar todas las puertas. Atrincherarme en casa. Salir solo lo necesario.

Me prometo no pensarte. No soñarte. No escribirte. No llamarte. No verte. Abstinencia absoluta de ti.

Intuyendo que será peor el remedio que la enfermedad, abandonaré el tratamiento y saldré a buscarte.

Las noches son mejores si nos vamos los dos.”

1 comentario:

  1. es gratificante un momento de paz, sin teléfonos ni voces. pero sol un momento el preciso para echar de menos la compañia.
    un saludo
    marian

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