Puede parecernos que
aquellos a los que más queremos, esos que un día fueron importantes para
nosotros, son los primeros en desaparecer. Sin embargo, sabemos, -estamos
seguros de ello-, que, aunque no los veamos tan a menudo como quisiéramos,
siempre están cerca, como un ángel de la guarda, y que cuando los necesitemos, -incluso
aquellos a los que un día les pedimos que nos dieran tiempo y distancia y se
alejaran-, serán los primeros en responder a nuestra llamada. Solo hay que
vencer el temor a un rechazo que no llegará por su parte porque están deseando
volver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario