“A veces el amor dura,
pero otras, en cambio, duele.”
¿Mereció la pena pasar tantas noches en vela, esas ocasiones de no poder contener las lágrimas, las veces que las palabras quedaron atascadas en la garganta sin poder salir, esa especie de sufrimiento que llenaba la mayor parte de los días, verla y saber que nunca pasaría nada entre nosotros?
¿Mereció la pena dejarse cegar por la luz de sus ojos y perder de vista el bosque; esperar todo este tiempo queriendo probar el sabor de sus labios y perder ocasión de beber otros licores; embriagarme con su voz y negarme a escuchar otra música?
Sí. No tengo ninguna duda. Esta vez el sufrimiento sí mereció la pena. Hubo luz. Y yo solo conocía la oscuridad.
Pero llegó el momento de pasar página, de cerrar ese capítulo...
“A veces es necesario marcharse para volver a encontrar el camino.”
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