Siempre me gustó pensar que ambos intuíamos, o que llegamos a saber, que juntos no nos habría ido mal. Por eso no he podido dejar de preguntarme nunca qué hubiera pasado si alguna vez te hubieras decidido a mirar, aunque sólo hubiese sido por curiosidad, para saber qué se escondía en el fondo de mis ojos, qué se veía más allá de mi mirada y te hubieras atrevido a ver lo que yo veía, sin sentir miedo a mis atenciones, a mis cuidados, a mi forma de querer, casi siempre excesiva, a descubrir todo el amor que guardaba y atesoraba sólo para ti, antes de que hubiera sido demasiado tarde, y hubieses querido explorarlo y vivirlo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario