viernes, 2 de diciembre de 2011

MERCHE (1991)

Lo único en común, Asun. Y esa época nuestra de consumo desaforado de alcohol y drogas. Un futbolín, una partida de billar americano. Enseñarte a coger el taco. Risas. Un beso inesperado en tu portal después de dejar a Asun en su casa. Darte las buenas noches y volver por otro pero ya habías desaparecido escaleras arriba. Una copa en aquel bar del Paseo de la Habana. Besarnos delante de todo el mundo. “Pero, vosotros…, ¿desde cuándo?” Sonreír. “Desde ahora.” Y comenzar a ponerme a prueba. “¿A que no te atreves a echar un polvo en el descansillo de mi planta?” Segundos después, tú apoyada contra la puerta de tu casa, conteniéndonos ambos los gemidos. Follar a oscuras y en silencio. “¿A que no te atreves a ligarte a esa niñata?” “Nos jugamos una cena para todos que de aquí a final de año me he liado con ella delante de todos vosotros.” La víspera de Nochevieja echamos el último polvo en el servicio del 69º y, al terminar, yo me fui con la niñata. Si no me hubieras puesto en la tesitura de tener que elegir…

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