sábado, 24 de diciembre de 2011

FUE SUFICIENTE, NUNCA PEDÍ MÁS

Para ser feliz, me bastaba con verte. Aunque sólo fuera en el delirio provocado por la fiebre. Me bastaba con verte para ser feliz.

Para ser feliz, me bastaba con soñarte. Aunque sólo fuera una de cada muchas noches y apenas recordara los sueños. Me bastaba con soñarte para ser feliz.

Para ser feliz, me bastaba con leerte. Aunque sólo fuera en las octavillas de publicidad que redactabas. Me bastaba con leerte para ser feliz.

Para ser feliz, me bastaba con oírte. Aunque sólo fuera contando esos chistes tan malos que no sabías contar. Me bastaba con oírte para ser feliz.

Para ser feliz, me bastaba con hablarte. Aunque mis palabras se perdieran en el vacío porque sabía que llegarían a tus oídos. Me bastaba con hablarte para ser feliz.

Para ser feliz, me basta con recordarte. Ahora que todo acabó, me basta con pensarte para ser feliz. Y con seguir amándote.

No hay comentarios:

Publicar un comentario