martes, 24 de abril de 2012

INFINITA COMPLEJIDAD

No me dolió haberle entregado todo mi amor, en cada gesto, en cada palabra, todos los días, todas las horas y que ella no quisiera quedárselo. No me dolió quererla y no ser correspondido. Lo que realmente abrió una herida, que aún no se ha cerrado, fue negarme a sentir amor durante todos estos años. Lo que me duele es tener esta necesidad de querer y no saber hacerlo en este momento. Lo que me causa una infinita tristeza es no tener mariposas revoloteando en mi estómago cuando te veo, sino sentir terremotos dentro de mí cada vez que pienso en ella. Lo que siempre me dolerá es no saber qué más tengo que hacer para dejar de amarla y poder amarte a ti.

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