jueves, 26 de abril de 2012

LOS ÚLTIMOS VERSOS

Ni la plasticidad de las bailarinas podrá evitar
la llegada de la ola negra que nos marginará en nuestras memorias,
convirtiéndonos en meras anécdotas en nuestros inventarios vitales,
anécdotas de esas que nunca se cuentan,
de las que más que divertir, avergüenzan.

Cuando al fin se pase mi ira
podré vernos, ya tal y como estaremos,
silenciosos y arrinconados entre recuerdos a olvidar,
acumulando polvo, trastos viejos,
que no supimos ver cómo precipitábamos nuestro final.

Se acabará el tiempo en el que deseé
ser sorprendido por el amanecer
mientras dibujaba la curva de tu espalda con mis besos,
esperando que me hicieras frente,
amor regalando amor.

Ecos que olvidarán devolverme tu nombre.
Silencios tan atronadores que lo llenarán todo.
Insalvables distancias milimétricas.
Sentimientos suicidándose en charcos de indiferencia.
Ni un triste cameo en nuestras peores pesadillas.

No tendremos la despedida más hermosa del mundo.
No la merecimos.
No hicimos nada para ganárnosla.
El tiempo se ocupa siempre de los trabajos más penosos.
Sin lamentos rectifica errores, reprograma hipotálamos.

Jamás habremos existido para el otro. 
No te supe ganar nunca.
¿Sabrás tú perderme para siempre?

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