miércoles, 21 de septiembre de 2011

RECUERDOS

No sé cómo funciona el cerebro para organizar recuerdos. No lograría entender, por mucho que me lo explicaran, por qué cuando nos despedimos para siempre de alguien a quien hemos amado hasta quedarnos exhaustos, los primeros que nos vienen de esa persona siempre son los que hemos transformado en negativos: unas palabras que malinterpretamos, un gesto que nos pareció desabrido, una sonrisa que creímos no era tan sincera como otras veces…; en vez de aquéllos que realmente nos hicieron felices: aquellos bailes que nos parecían sensuales las madrugadas que se nos fueron de las manos, las carcajadas por cualquier tontería, los besos que nos dábamos, a hurtadillas, en los portales, temerosos de que nos descubrieran y se hiciera público nuestro secreto, cuando los únicos que creíamos que lo nuestro era secreto éramos nosotros…

Supongo que funcionamos así como un método de autodefensa. Para no admitir que la persona con la que hoy estoy comiendo fue, en su momento, la más importante de mi vida y es a la que nunca podré dejar de amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario