Vuelvo a la casilla de salida. A comenzar el juego. Con una sonrisa fingida y desganada. Con el cuerpo lleno de llagas. Con el alma magullada. Sin ganas de volver a jugar.
Vuelvo al páramo de mi existencia diaria. Al territorio sin vida que es mi vida. Al vacío. A la nada.
Vuelvo a lo de antes. A vivir sin freno. A buscar el final entre copas y rayas.
Vuelvo a vivir mi hora más oscura.
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