No se pierde a quien no se ha tenido nunca.
No puede embargarnos el sentimiento de pérdida cuando desaparece de nuestras vidas alguien a quien nunca hemos querido tener.
Sabiendo esto, ¿por qué tengo la sensación de que me han arrancado el pecho de cuajo y se puede ver el otro lado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario