lunes, 12 de septiembre de 2011

EL FINAL

Llevaba unos días comportándose de un modo no habitual. Quizá por eso aquel día no me extrañó que me dijera que me llevara yo el coche y que él se ocuparía de llevar al niño al colegio y que después cogería el metro o iría andando hasta su oficina. “Total, sólo tardo un poco más andando que en el metro. Además, voy con tiempo suficiente.”

Antes de decidirme por el lugar donde iba a cumplir con el encargo busqué varios edificios abandonados por la ciudad, hasta que di con el que me parecía que tenía mejores opciones para entrar y salir sin ser visto. También tuve que practicar, nunca lo había hecho de aquella manera. Lo siento por los dos inocentes que usé como cobayas, -yo no soy un asesino, simplemente elimino problemas-, pero no podía arriesgarme a dejar a medias mi trabajo. Soy un profesional.

¿Por qué no viene papá a jugar conmigo? Ya hace varios días que no viene por casa. Nunca había tardado tanto en volver.

No oí nada. Sólo vi cómo caía desplomado. Miré alrededor y tampoco vi nada. Se quedó con los ojos abiertos. Y sonreía. Lo que más me chocó es que sonreía, como si fuera feliz, como si esperara ese momento.

¡Qué momento más poco digno! He caído encima de un charco. Ha tenido que escoger un día de tormenta para hacerlo. Quizás haya sido eso lo que ha hecho que no haya sido certero con el disparo. Ya me avisó que nunca había hecho algo así. Lo siento por mi mujer y mi hijo, pero es mejor esta muerte que no ver cómo me voy degradando poco a poco por la enfermedad. No tiene remedio. Ya he entrado en la última fase de la metástasis. Es mejor que me recuerden como me han visto hoy no como un guiñapo destrozado por este cáncer al que no hice caso cuando me noté el bulto.

Me dijo la policía que cuando llegaron estaba sonriendo, que parecía feliz y en paz. No sé si ahora lo estará. Rebuscando entre sus papeles he encontrado una nota con los preparativos para su entierro. ¡Qué ironía! Él que vivía al día, había planificado su despedida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario