sábado, 25 de junio de 2011

EL REGALO

Hace unos años, exactamente el 7,3170% de los que tenía en aquel momento y el 6,6667% de los que voy a cumplir en pocos días, la vida me sorprendió poniendo un regalo ante mis ojos. Antes de irse me dijo que era el regalo el que elegía a su propietario.

El regalo tenía uno de los envoltorios más bellos y fascinantes que yo había visto hasta ese instante. Receloso como soy, pensé que la belleza del embalaje escondía un feo interior.

Pasamos tiempo el regalo y yo observándonos, sin decirnos palabra. Éramos de mundos distintos.

Un día decidí acercarme a él y atreverme a deshacer el nudo del lazo que tenía como colofón. Me gusta pensar que me agradeció que le liberara de la atadura.

Con el tiempo, osé despojarle del papel y abrir la tapadera. Y…, lo que vi era aún más hermoso que el exterior. Nunca se me había pasado por la cabeza que en un solo recipiente cupieran tantas cosas buenas.

Hoy, aún recuerdo las palabras de la vida cuando presentó el regalo ante mis ojos: “Será de quien quiera ser.” Sé que es imposible que sea para mí. Pero nunca pierdo la esperanza de que los imposibles, éste sobre todo, se conviertan un día en posible y me reclame a su lado.

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