miércoles, 14 de marzo de 2012

UN ÚLTIMO FAVOR

Hazme un favor. Un último favor. Borra, inmediatamente, esa sombra de preocupación de tu mirada. Te prometo que estaré bien. Que ya sé que fuera de ti hace frío, mucho frío. He vivido la mayor parte de mi vida sin ti y, hasta que te conocí, solo he conocido este frío que, como siempre, está esperando que vuelva a sumergirme en él. Pero, aun así, sin tu presencia, estaré bien. Me comprometo a ello. A estar bien por ti. Por si te ayuda a estar bien. ¡Jodido presuntuoso! ¡Imaginar que, por un solo momento, alguna vez fui importante en la vida de otros! ¡Pensar que, porque yo no esté, tú vas a estar mal!

Hazme un favor. No te pediré más después de este. Vuelve a sonreír. Con esa sonrisa que ha iluminado cada uno de mis días estos últimos años. Gracias a ti y a tu sonrisa he podido confirmar lo que sospechaba. Que uno nunca se olvida de cómo se quiere. Y yo sé querer. Puedo querer. Solo nos faltó comprobar si me hubiera dejado querer.

Aunque ya sé que no me asiste ningún derecho para hacerlo, hazme un favor. El último que te pido. Ríe. Donde quiera que estés. No dejes de reír nunca. Que en el lugar en el que me encuentre me llegue siempre el sonido de tu risa. De esa forma, yo estaré bien. Que cuando tú reías se disipaban todas mis sombras. Porque mientras tú rías, siempre habrá lugar para la esperanza y podré seguir imaginando que, entre nosotros, todo lo mejor está aún por suceder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario