martes, 20 de marzo de 2012

OTRA REFLEXIÓN. OTRO DÍA TONTO

“Te olvidaré, lo juro, lo siento,
Tu amor me hace daño,
Y esto no puedes ya arreglar.
Pero amor como el mío no hallarás por ahí,
Porque este amor apuesta hasta por mí.”

Obviando que éramos perfectamente incompatibles, ella era ideal para mí y hubiera podido ser lo que hubiese querido ser en mi vida. Yo siempre supe lo que me hubiera gustado que fuera. Para no volverme loco, prefiero creer que ella escogió ese lugar en el que se quedó en mi vida. Ojalá que allí donde quiso quedarse se encuentre cómoda y le llegue mi calor. Quiero pensar que ella no quiso ser más de lo que fue. No habría cosa que me doliera más que alguno de los dos tuviéramos que arrepentirnos de nuestras decisiones. Ella, de la suya de no dejar que me acercara. Yo, de la mía de alejarme. Porque en la vida no hay botón de rebobinado y dudo que estuviera dispuesta a concedernos otra oportunidad después de desaprovechar todas las que nos dio.

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