domingo, 6 de noviembre de 2011

OTRA RACIÓN DE DOLOR

Cómo duele perderte sin haberte llegado a tener. Que broten lágrimas cada vez que pienso en ti. Que no sean mis labios los que te besen, mis brazos los que te acojan. No ser yo quien espante tus pesadillas. No ser quien te haga volver de tus espasmos nocturnos. No ser golpeado por uno de ellos o por todos a la vez.

Cómo cuesta no dejar salir la mezquindad que me hace desear que te salga mal (1), aun sabiendo que ello no quiera decir que yo vaya a aparecer en tu horizonte. Retener dentro de mí al tipo patético que siempre he sido pero he podido mantener oculto para ti hasta ahora.

Cómo amarga el sabor de la derrota a pesar de estar acostumbrado a él. Tragarme la hiel y las lágrimas al estar frente a ti y hacer que sólo veas una sonrisa que no parezca forzada.

Cómo atormenta tener las respuestas pero no las preguntas. No tener valor para formularlas.

Cómo jode despertar y ver que la vida, mi vida, no termina junto a ti, como en mis sueños. Que mis pesadillas se han hecho realidad. Darme la vuelta a tres pasos de ti para no verte. No poder consumar este deseo de hacernos el amor.

Cómo empujan estas ganas de poner fin a todo. De que acabe el sufrimiento dando igual los medios. Qué putada ser tan cobarde.

NOTA:
(1) Que todo el mal que yo le desee, vuelva a mí multiplicado por mil. Por si es necesaria la aclaración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario