Te debo una canción,
que no hable de ti,
que no sea de amor.
Te debo una ráfaga de viento
que se lleve el dolor
que te causé con mis palabras.
Te debo mil disculpas,
romper el muro que dejamos crecer entre nosotros,
un abrazo que te haga saber que nunca me fui…
Te debo un arcoíris
que ilumine tu vida
y (me) devuelva tu sonrisa.
… y que siempre voy a estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario