domingo, 30 de octubre de 2011

ONCE PÁGINAS, DOSCIENTOS SETENTA Y CINCO RENGLONES

Once páginas, doscientos setenta y cinco renglones, le quedan a este cuaderno para acabarse. Y empiezo a plantearme dejar de escribir para que no se termine nunca. Porque me invade el pánico al pensar que una vez que lo cierre por última vez, tú puedas desvanecerte para siempre.

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