-Te quiero.
-Déjalo. Se escapó nuestro momento.
-Te quiero.
-No sigas. Ya es demasiado tarde para nosotros.
-Te quiero.
-Vámonos de aquí. Ahora sólo me das frío.
Oscuridad total. La luna nueva encubriéndote. En tus ojos reflejados mi dolor y mi sorpresa.
Matan más las palabras que los puñales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario