miércoles, 10 de agosto de 2011

MADRID. CUATRO DÍAS, TRES NOCHES. 1 LA LLEGADA

De nuevo en Madrid. Con este calor asfixiante que me perseguirá en el recuerdo a pesar de ser tan temprano. La gente corriendo por el andén. Reencuentros. Besos. ¿Qué tal el viaje? Abrazos. ¿Cómo estás? Alguna lágrima. Nadie ha venido a buscarme.
Cruzar Atocha. Recoger la llave de la habitación. El ritual de deshacer la maleta. Encender y apagar dos veces la luz del baño. Conectar la televisión. Que haya ruido en la habitación. Que mi cerebro crea que no sigo solo. El autoengaño. El vértigo al contemplar el insondable vacío que quedará en el lado izquierdo de esta cama tamaño King-size. Abrir el correo. Hay que aprovechar el wi-fi. Nada de interés.
Subir al Retiro. Manosear los libros de Moyano. Cuando nadie mira, oler los libros viejos muy usados. El Ángel Caído. Buscar el clavo geográfico. No soy capaz de encontrarlo. Como siempre. Una cerveza al lado del estanque esperando la hora de comer. Es la primera vez que pienso en llamarte. Sólo llevo tres horas aquí y ya estoy deseando llamarte.

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