Me miento una vez más: ya no me dueles.
***
Todos los días, nada más despertarme y antes de sumergirme en la inanidad de mi vida, pienso en ti.
***
Todas mis pertenencias se reducen a mis fracasos.
***
No hay perdón para mi pecado: un día te amé. Y no me arrepiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario