jueves, 28 de abril de 2011

NUESTRO “SHEM SHEMAFORASH”, LAURA, TU VERDADERO NOMBRE

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.

Qué más da cómo te llames. A quién le importa si hoy eres Laura, mañana Lola, pasado Merche y ayer fuiste María Jesús Da igual si hoy tengo quince años, mañana veinticuatro, pasado veinticinco y ayer tuve dieciocho. Qué importa todo si estamos fuera del tiempo. Si a mí me vale cualquier época y cualquier nombre, excepto el que te ensuciaría. Nadie sabrá tu verdadero nombre, Laura, nuestro “Shem Shemaforash”, para que nadie lo pronuncie y lo mancille. Qué más da si eres morena o pelirroja. Si tienes los ojos azules, negros, marrones o grises. No, grises no. Perdería brillo tu mirada. A nadie le importa si eres sólo una o eres todas. O que no seas ninguna. Qué más da si existes o sólo te evoco. Lo único que importa es que no me cansaré de esperarte. Aunque todas las señales dicen que nunca vas a llegar. Pero da igual.  Aun así te esperaré. No pierdo la esperanza de verte llegar algún día. Ya sabes que siempre dejo la puerta entreabierta, la luz encendida y una taza de té recién hecho por si algún día te decides.

… este cielo rojo sangrante
que amenaza tormenta,
trae consigo mi olvido
y tras él tu muerte…

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