domingo, 24 de abril de 2011

LA INOPORTUNIDAD, LAURA, RASGO ESENCIAL DE MI CARÁCTER.

Las palabras a destiempo. Las más inoportunas. Las que sé que no tengo que decir. Las que no te gusta que pronuncie. Pero has de saber, Laura, que si al principio sólo fuiste un verso suelto en un trozo de papel con la letra casi ilegible al que con los días se le juntaron 15 más, ahora ya eres cuadernos enteros. Porque ya no puedo escribir si antes no te pienso. Aunque no hable de ti, siempre estás presente. En los espacios entre las palabras. En los interlineados. En el centro de cada letra… Y yo no hago nada para evitar que cese esta sangría. Sé que no habrá nada que haga que cambien las cosas. Seguiré siendo igual de inoportuno.

Faltan teclas entre las teclas
para poder decir lo que siento…

No hay comentarios:

Publicar un comentario