miércoles, 13 de abril de 2011

IMPRESO P.F.5.R

Resulta cuando menos irónico, haber llamado a este blog sin mirar atrás cuando estoy a punto de iniciar el camino de regreso a casa, a volver a encontrarme con aquello de lo que salí huyendo. Por fin tengo en mi poder el ansiado impreso P.F.5.R de Acuerdo de Cese, las maletas a medio hacer y la duda de si se me olvida algo. Da igual, tengo toda la tarde para recoger lo que quiero que vuelva a casa conmigo, a intentar reencontrarme con el que fui una vez. Aunque no esperaba que fuera tan pronto, ya dicen que las cosas de palacio van despacio, pero esta vez han corrido. Puede que tengan prisa por cubrir las vacantes.
Me ha entrado como un cosquilleo esperando la fila para comprar el billete de tren y, cuando por fin me ha llegado el turno, se me han olvidado las palabras y el lugar de mi destino (suena tan distante), supongo que de los nervios, y una lágrima ha bajado, vergonzosa, por mi cara. Sé bien que no era de felicidad, ni siquiera estaba un poco alegre. Tanto tiempo esperando este momento y ahora, mira, no tengo ganas de irme a pesar de todo lo que lo he llegado a desear. He tardado un montón en volver a casa. He dado un rodeo enorme, quería despedirme, (aunque sabes que no me gustan las despedidas), de todas las calles por las que tantas veces hemos pasado y paseado, dejando nuestros rastros.
Hoy no creo que me dé tiempo ni tenga ganas de despedirme de ti, (aunque me diera tiempo no te iría a buscar al trabajo como todas las tardes, ya sabes lo patético que me pongo al despedirme de las personas a las que quiero), pero en cuanto venga la primera vez, ya llegado el otoño, te prometo que lo haré.
Ojalá te vaya todo muy bien y que lo peor que yo quiera para ti sea lo mejor que me pase a mí.
Bueno, a partir de ahora, espero escribir sólo ficción…

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